
ALGAS MARINAS TÓXICAS, PLANCTON Y FICOTOXINAS:
UN NUEVO PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA
Cuando pensamos en algas marinas o fitoplancton marino, pensamos en campos de algas marinas, complementos alimenticios gelificantes, cocina asiática, productos cosméticos, la supervivencia de la humanidad o vuelos humanos interplanetarios con Chlorella, Scenedesmus y Spirulina, pero no en toxinas neurológicas o ecológicas desastres.
Sin embargo, en los últimos veinte años, los episodios de « mareas rojas » y de proliferación de fitoplancton se han vuelto cada vez más frecuentes, a menudo acompañados de problemas de salud pública relacionados con el consumo de productos del mar, cuando no se produce una mortalidad importante de peces. aves o mamíferos marinos.
Ninguna zona marina se salva, podemos observar estas mareas rojas tanto cerca del ecuador como de los polos, con mayor frecuencia en las zonas costeras, pero a veces también en mar abierto.
ORIGEN DEL FENÓMENO “MAREA ROJA”
Las algas planctónicas marinas son plantas de clorofila que utilizan, como todas las plantas, la energía del sol para fijar dióxido de carbono y extraen sales minerales (nitratos y fosfatos) del entorno en el que viven para “producir” materia orgánica y multiplicarse.
Cuando las condiciones son favorables, temperatura adecuada + insolación + concentración óptima de sales nutritivas, el crecimiento de las algas planctónicas evoluciona de forma logarítmica. Es una verdadera “explosión”, una eflorescencia; El metabolismo de estas microalgas parece evolucionar con bastante rapidez y les permite utilizar directamente sustancias orgánicas disueltas, lo que acelera aún más su tasa de crecimiento.
El mar pierde su transparencia, cambia de color (verde-amarillo, naranja y, a veces, rojo o violeta). Bacterias más o menos saprofitas se benefician de estas condiciones para proliferar en el entorno de las algas. En las regiones templadas, la época óptima para la aparición de mareas rojas es finales de primavera y principios de invierno; en las regiones tropicales, al final de la temporada de lluvias.
Los especialistas en estos fenómenos explican el aumento de las mareas rojas debido al cambio climático y el aumento muy significativo del suministro de nutrientes a las aguas costeras (fertilizantes agrícolas, agua de depuradoras, lixiviación de zonas deforestadas, aumento de la población costera a nivel global (55 % de humanos viven ahora en la costa))
TOXICIDAD DE LAS MAREAS ROJAS
La proliferación de algas va acompañada de una caída del oxígeno disuelto y las algas cubren las branquias de los animales marinos, provocando asfixia en los peces, y sobre todo secretan (excretan) POTENTES TOXINAS.
Los mariscos que se alimentan de ellas filtrando el agua del mar acumulan estas toxinas en su carne o en sus glándulas digestivas, sin sufrir inconvenientes (esto depende del tipo de alga). Ciertos peces pequeños (anchoas, sardinas) o crustáceos (cangrejos) hacen lo mismo.
LOS DIFERENTES TIPOS DE INTOXICACIONES
Según sus efectos en el consumidor, existen varias familias de ficotoxinas que se acumulan en los moluscos.
TOXINAS PARALÍTICAS
Intoxicación Paralítica por Mariscos: Principales especies responsables: Dinophyceae del género Alexandrium (Gonyaulax o Protogonyaulax), Gymnodinium.
Los síntomas de intoxicación aparecen entre 5 y 30 minutos después de la ingestión de bivalvos contaminados. Provocan parálisis bucal, entumecimiento de los labios que se extiende a la cara, brazos y piernas, dolores de cabeza, náuseas y mareos. En los casos más graves se observa descoordinación motora e incoherencia del habla. Existe riesgo de muerte por parálisis de los músculos respiratorios.
TOXINAS DIARRÉICAS
Intoxicación diarreica por mariscos
Las especies responsables son Dinophyceae (intermediarias entre algas y protozoos) de los principales géneros Dinophysis, Gonyaulax, Prorocentrum. Los síntomas de intoxicación aparecen entre 30 minutos y 12 horas después del consumo de marisco contaminado (en menos de 4 horas en el 70% de los casos). Las toxinas (ácido okadaico y sus derivados) modifican la permeabilidad de los vasos del tracto digestivo y provocan gastroenteritis que provoca diarrea, vómitos y dolor abdominal. El dolor dura unos tres días. Hasta el momento no se han reportado muertes humanas.
TOXINAS AMNÉSICAS
Intoxicación amnésica: ASP (del inglés Amnesic Shellfish Poisoning)
El fenómeno es reciente y se debe a unas diatomeas planctónicas muy delicadas del género Pseudo-nitzschia. Esto es bastante destacable porque las diatomeas son microalgas normalmente libres de sustancias tóxicas.
Los primeros síntomas son digestivos (vómitos, diarrea, náuseas). Ocurren entre 2 y 24 horas después del consumo de mariscos contaminados. Posteriormente (24 y 48 horas) se observan síntomas neurológicos (dolores de cabeza persistentes, desorientación y confusión). Cuando la intoxicación es importante, observamos signos neurológicos preocupantes: convulsiones, coma que puede ser mortal.
La toxina (ácido domoico) puede acumularse en las anchoas y provocar la mortalidad de las aves marinas que se alimentan de ellas.

Dinophyceae Prorocentrum Lima

Pseudo-nitzschia de diatomeas
Estos tres tipos de intoxicación por mariscos son los más comunes, pero la lista global de ficotoxinas ha seguido aumentando, al igual que la lista de especies de algas responsables de este tipo de intoxicación. Algunos investigadores creen que las bacterias asociadas con las algas tienen un papel importante en la génesis de toxinas.
La globalización de estos fenómenos se debe probablemente al transporte de algas en el interior del agua de lastre de los buques mercantes, así como a los numerosos transportes intercontinentales de ostras, mejillones y otros moluscos cultivados industrialmente.
TRATAMIENTO
No existe un tratamiento específico para estas intoxicaciones; el tratamiento es puramente sintomático y tiene como objetivo rehidratar, evitar desequilibrios iónicos, calmar diarreas o vómitos, calambres o dolores digestivos.
Las autoridades sanitarias están intentando controlar la situación: vigilando el plancton, buscando toxinas en los moluscos en caso de duda, avisando a las poblaciones costeras y prohibiendo el consumo o la venta de mariscos durante determinados periodos.
Si se pesca marisco en una zona donde el mar no tiene su aspecto habitual, es prudente consultar con las autoridades locales.
En Francia, todas las zonas costeras pueden verse afectadas por estos fenómenos (especialmente el sur de Bretaña, la cuenca de Arcachon, los estanques del Languedoc).
CIGUATERA Y PECES TROPICALES
En mares donde abunda el coral, determinados peces pueden provocar una intoxicación bastante grave, la ciguatera. Los trastornos neurológicos propios de la ciguatera se aproximan a las intoxicaciones descritas anteriormente, vómitos, diarrea, debilidad general, trastornos neurológicos sensitivos y motores, trastornos cardíacos.
El o los agentes en cuestión son también microalgas Dinophyceae, especialmente del género Gambierdiscus.
Las zonas geográficas afectadas son principalmente las islas y atolones del Pacífico (incluidas la Polinesia y Nueva Caledonia) y el océano Índico, las costas tropicales de Australia, la parte norte de las Antillas Menores y las Antillas Mayores.
Los peces con mayor probabilidad de contener la toxina ciguatera son los grandes depredadores al final de la cadena trófica (ejemplos: meros, jureles, barracudas, pargos, etc.
Los peces de alta mar están libres de ciguatera: atún, bonito, dorado .
Desde hace varios años asistimos a una “internacionalización” del fenómeno de la cigatera, probablemente ligada al transporte marítimo, al calentamiento de las aguas oceánicas y a la venta de peces tropicales (o sus filetes) en los mercados de los países de zonas templadas.
El tratamiento de la ciguatera es esencialmente sintomático (antidiarreicos, antivómitos, rehidratación, derivados de la atropina); una infusión de manitol al comienzo de la enfermedad alivia los síntomas.

Dinophyceae Gambierdiscus toxicus
¿ALGAS O BACTERIAS TÓXICAS, CIANOFICEAS?
Las cianofíceas o “algas azules” o cianobacterias son en realidad bacterias que tienen pigmentos de tipo clorofila que les permiten capturar la energía solar como una planta terrestre o algas.
Estas bacterias inicialmente presentes en los océanos son de origen muy antiguo y probablemente participaron en el enriquecimiento de oxígeno de la atmósfera terrestre, en la creación de la barrera de ozono anti-UV y, por tanto, en la posibilidad de vida en la Tierra.
Las cianobacterias se encuentran actualmente en todas partes de la Tierra y en todas las aguas dulces y marinas. Se trata de algas que suelen ser « microscópicas », pero que pueden asociarse y hacerse visibles en forma de masas flotantes o depósitos coloreados en las orillas o en las rocas.
A veces también encuentran condiciones propicias a la proliferación, especialmente en aguas dulces (por ejemplo, Aphanizomenon flos-aquae, Microcystis aeruginosa, determinadas especies del género Anabaena (=Dolichospermum), etc.).
Luego pueden liberar sustancias particularmente tóxicas (o incluso mortales): neurotóxicas, hepatotóxicas, cancerígenas, dermatotóxicas (inflamación de la piel).
En ocasiones, las autoridades pueden prohibir nadar o realizar actividades acuáticas en agua dulce y desaconsejar el consumo de pescado de agua dulce.
Los animales domésticos (perros, ganado) que beben agua contaminada por estas algas pueden enfermar gravemente.
Las empresas que gestionan el agua potable vigilan muy de cerca este riesgo tóxico.
La proliferación de cianobacterias también es posible en los mares y océanos, algunos peces que las consumen concentran sustancias tóxicas, generalmente se trata de peces herbívoros o de algas planctónicas (salmonetes, peces cirujanos marinos, peces loro, determinadas sardinas o anchoas), los síntomas de la intoxicación son muy similares a los de la ciguatera.
Que yo sepa no existe ningún antídoto contra estas toxinas, el tratamiento es esencialmente el de los síntomas.
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